31.07.2015

¿Cómo me lo he pasado este mes?


El mes de julio está a punto de acabar y con eso estamos entrando en la segunda parte de verano. En Tarragona las últimas semanas estaban llenas sobre todo de calor y humedad en el aire, que en un momento me han ganado (a mí y a mi "síndrome de caracol") y al final las tardes de verano empecé a pasarlas en casa, con aire acondicionado y viendo pelis, en vez de pasar todo el tiempo que pueda en la playa/ piscina/ cafeterías al aire libre. Por suerte ahora tenemos un poco de tregua.

Julio comenzó con el festival de fin de curso en mi escuela de flamenco. El trabajo de todo el año (o medio año, en mi caso), se vio reflejado en las preciosas fotos de las que os pongo una:


Después de tanto trabajo, me merecía un poco de relax. A principios de mes fuimos varias veces a la playa y también a un parque aquático-- Costa Caribe-- donde ¡nos lo pasamos bomba! Sólo decir que he vencido mi miedo a las alturas y me he tirado de un tobogán superalto (el rojo que véis en la foto). ¡Todo un logro!


Durante este mes no faltaron breves instantes de pequeños placeres, como desayunar en una preciosa cafetería. Al final, se trata de eso: disfrutar de cada día en particular :)


Además, he descubierto una aplicación muy útil si sois un poco sentimentales: Paper Lover os deja elegir varias fotos de vuestro Instagram o directamente del móvil, las imprime en forma cuadrada o rectangular, como queráis, y os las envía en unas adorables cajas de cartón. Para que no se nos olviden los momentos más preciosos.


Y, para finalizar el mes, nos escapamos unos días a Alemania, visitamos Múnich y la zona de los Alpes. Lo tratamos como el calentamiento para lo que viene en agosto. Pero de eso ya os informaré en su tiempo. :)






30.07.2015

Una escapada a Baviera.

Desde hace unas semanas que no publico un nuevo post en el blog pero llegó el momento de cambiarlo. Hoy os quiero presentar un pequeño reportaje de nuestra excursión a Baviera y Múnich. Nos hemos escapado sólo cuatro días, buscando un poco de tregua de la famosa "ola de calor" que no nos dejaba respirar en Mediterráneo. Y, efectivamente, lo hemos logrado. 

Realmente, la región del sur de Alemania es muy verde, con muchos bosques y prados, sin mencionar los preciosos Alpes. Empezamos en Múnich, con un día y medio para ver el centro de la ciudad con los principales monumentos y las callejuelas, y para descansar un poco en los parques al lado del río. Hemos degustado la cocina alemana y hemos tomado cerveza en uno de los Biergarten. 

Paso siguiente fue alquilar un coche y acercarnos a la alta montaña: nos alojamos en Garmisch-Partenkirchen. Un precioso pueblo alpino, cuyo principal encanto son casitas de madera con paredes pintadas con escenas típicas, mitológicas o bíblicas. Para los que seguís los saltos de esquí, también os sonara del famoso concurso de Cuatro Trampolines. No tuvimos mucho tiempo para subir las montañas, pero hemos apostado por la ruta de Partnachklamm: un desfiladero de 70 m de profundidad, con un río que pasa por abajo y bosque por encima. Verdaderamente extraordinario ver las pequeñas cascadas bajar toda esa altura rompiéndose en las rocas. Por la tarde, a pesar de nubes que han bajado al valle, nos acercamos al Eibsee, un lago a los pies de Zugspitze, la montaña más alta de Alemania. Es precioso, aunque la vista hubiera sido mucho mejor con sol. Por suerte, el día siguiente el tiempo mejoró y pudimos volver al lago y hacer una foto como las de las postales: con agua turquesa del lago y la cima de Zugspitze reflejada en sus aguas. Nos faltó tiempo para subir en telecabina o tren de cremallera a la cima para ver el panorama del valle, pero ya lo haremos. Porque seguramente volveremos a ese sitio tan espectacular.